En la actualidad, todos utilizamos algún servicio SIG  con cierta frecuencia, aún sin saber qué se esconde tras esas siglas. Lo usamos, por ejemplo, cuando planificamos un viaje en Google Maps, buscando los lugares interesantes en un mapa y evitando una carretera cortada o con un trazado especialmente sinuoso. Otras personas sin embargo, en este momento de crisis mundial, pueden estar interesadas en ver en ArcGIS Explorer como afecta la crisis financiera a los paises de Europa. Sea cual sea el motivo, usar un SIG e incorporarlo a un proceso de trabajo, aporta grandes ventajas.

Los Sistemas de Información Geográfica -también llamados simplemente SIG, o GIS por sus siglas en inglés- integran el hardware, el software y los datos necesarios para analizar, procesar y visualizar todo tipo de información geográficamente referenciada. Gracias a esto un SIG nos permite ver, interpretar y entender esos datos para conocer dónde está aquello que estamos buscando, desvelar patrones y responder a preguntas relacionadas con la localización, entre muchas otras cosas.

Lejos de ser una novedad, esta clase de sistemas lleva utilizándose desde hace mucho tiempo para tomar decisiones relacionadas con el entorno. Sin embargo sí que son desconocidos para la gran mayoría de las personas. Esto se debe a que las tecnologías SIG se han estado empleando de manera muy específica, orientándose únicamente a usuarios muy técnicos.

Hace tiempo los SIG se empleaban para mejorar las comunicaciones, reducir costes y ayudar a la toma de decisiones, pero también en la extracción de recursos naturales, para la conservación del ecosistema o simplemente para entender qué estaba ocurriendo –y qué iba a ocurrir- en un determinado espacio geográfico.

Hoy en día todo ha cambiado y la ubicación se ha convertido en un dato fundamental. Su valor no para de crecer, y no solamente para los técnicos SIG, sino también para todo tipo de empresas en sus procesos habituales e incluso para el grueso de la población. Así, por ejemplo, los usuarios utilizan diariamente y de manera muy sencilla un SIG que se encuentra integrado en las redes sociales que utilizan habitualmente, como Foursquare o Gowalla.

El interés general (ya no únicamente para perfiles específicos de usuario) por este tipo de servicios surge con la publicación de dos plataformas de alcance general y con una interfaz sencilla y funcional. MapQuest fue uno de los primeros servicios SIG que, lanzado en 1996, estaba orientado a la planificación de rutas de viaje para usuarios de cualquier tipo, sin necesidad de conocimientos técnicos. A MapQuest lo siguió Google Maps, en 2005, proporcionando una experiencia de usuario y una simplicidad sin precedentes en este tipo de tareas, y convirtiéndolo en referencia de las herramientas SIG online de acceso público.

A partir de entonces, numerosos sectores descubrieron el potencial que tienen estos sistemas para su actividad. Entre ellos están las agencias de marketing, que utilizan los SIG para segmentar geográficamente sus servicios. También las empresas comerciales han empezado a comprender que pueden ser de enorme utilidad en cualquier fase de su negocio: desde que eligen la ubicación de sus instalaciones hasta en el momento de analizar la demanda de servicios.

Por otra parte, las organizaciones ya integran implementaciones SIG en sus procesos para mejorar la eficiencia operacional, el retorno político o el tiempo de proceso de las transacciones, aunque también las emplean para obtener beneficios a través del comercio de datos geolocalizados a empresas privadas y ciudadanos.

Capas de un mapa

Para trazaME la importancia de la integración de los servicios proporcionados por un Sistema de Información Geográfica reside en su objetivo. Lo que trazaME pretende es facilitar la comprensión y el uso de los servicios de un SIG tradicional incorporando, además, sistemas inteligentes avanzados que permitan a los desarrolladores y arquitectos de aplicaciones concentrarse en la innovación y el valor de sus aplicaciones.

Por ello hay ciertos beneficios destacables que un SIG puede aportar a trazaME:

• Ahorro de costes y tiempos de desarrollo, gracias a la integración de servicios base existentes y en el aprovisionamiento de mapas.
• Mejora de toma de decisiones relacionadas con la ubicación gracias a la incorporación de grandes bases de datos de información geolocalizada y servicios específicos.
• Incorporación de herramientas para la generación de informes relacionados con la ubicación, sistemas de análisis, etc.
• Administración geográfica de la información de forma conceptual, comprensiva y eficiente.

En el futuro, se evaluarán los distintos SIG existentes, para decidir cuál es el más apropiado para las características de trazaME.